sábado, 22 de junio de 2013


MENOS ESTRESADOS, MAS FELICES,  MENOS ANGUSTIADOS.
Sin Estrés194 El miedo

El miedo es una emoción muy importante, sirve como una herramienta de protección para la vida se caracteriza por un intenso sentimiento habitualmente desagradable, provocado por la percepción de un peligro, real o supuesto, presente, futuro o incluso pasado. Es una emoción primaria que se deriva de la aversión natural al riesgo o la amenaza, y se manifiesta tanto en los animales como en el ser humano
Aparece cuando nuestro sistema de recepción de información cerebral se sobrecarga y no podemos  integrar los estímulos  para  que nos produzcan satisfacción, nos paraliza y nos vuelve incapaces de actuar porque  proyectamos en el  presente una herida del pasado o una mala experiencia en el futuro
Se percibe  con las inteligencias neocorticales, como secuencias y conclusiones sin suficiente justificación y como imágenes, sonidos, conversaciones. En la esfera emocional se percibe  como sensaciones fìsicas alteraciones de la respiración, del ritmo cardiaco, molestias abdominales y otras que conducen a parálisis ó movimientos descontrolados.
Cuando estamos interesados en conquistar nuestros miedos, debemos retirarnos a nuestro santuario privado y aceptar que tenemos miedo y mirarlo de frente y encontrar nuestras fortalezas.  Si no lo aceptamos  lo disfrazamos o lo evadimos nunca será posible conquistarlo.
Una vez que lo hemos aceptado es necesario identificarlo con la mayor precisión posible, ¿que cosa me asusta?, ¿a que le tengo miedo? ¿cuáles fueron las circunstancias en las que se origino ese miedo?.
Este proceso debe cumplirse con tranquilidad y suavidad  sin agredirnos ni juzgarnos. Una vez que se ha identificado la causa del miedo y sus desencadenantes es preciso mirarlo a la cara y hacerlo concreto. En este momento se puede evocar una oportunidad o una situación que nos dio miedo, nos paralizo e impidió cualquier acción, hay que tratar de reproducirla con la mayor intensidad posible hasta que nos sea posible analizar con detalle la situación, cuando se genere la angustia que acompaño la situación la mejor solución es concentrarse en la respiración y recuperar la calma.
Este proceso permite darnos cuenta que el miedo se origina en nuestra cabeza y que se origino en percepciones que  interpretamos como peligrosas y que en realidad solo  fueron secuencias y conclusiones sin justificación y es así como podemos sanar nuestras heridas del pasado y crear para nosotros realidades libres de inseguridades y bloqueos.
Pero no hay que olvidar como dijo Marie Curie: “No debemos temerle a nada en la vida. Solo hay que comprenderlo.”


   


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