MENOS
ESTRESADOS, MAS FELICES, MENOS ANGUSTIADOS.
Sin Estrés194 El miedo
El miedo es una emoción muy importante, sirve
como una herramienta de protección para la vida se caracteriza por un
intenso sentimiento habitualmente
desagradable, provocado por la percepción de un peligro, real o supuesto,
presente, futuro o incluso pasado. Es una emoción primaria que se deriva de la
aversión natural al riesgo
o la amenaza, y se manifiesta tanto en los animales como en el ser humano
Aparece cuando nuestro sistema de recepción de información cerebral se sobrecarga y
no podemos integrar los estímulos para
que nos produzcan satisfacción, nos paraliza y nos vuelve incapaces de
actuar porque proyectamos en el presente una herida del pasado o una mala
experiencia en el futuro
Se
percibe con las inteligencias
neocorticales, como secuencias y conclusiones sin suficiente justificación y como
imágenes, sonidos, conversaciones. En la esfera emocional se percibe
como sensaciones fìsicas alteraciones de
la respiración, del ritmo cardiaco, molestias abdominales y otras que conducen
a parálisis ó movimientos descontrolados.
Cuando estamos interesados en conquistar nuestros
miedos, debemos retirarnos a nuestro santuario privado y aceptar que tenemos
miedo y mirarlo de frente y encontrar nuestras fortalezas. Si no lo aceptamos lo disfrazamos o lo evadimos nunca será
posible conquistarlo.
Una vez que lo hemos aceptado es necesario
identificarlo con la mayor precisión posible, ¿que cosa me asusta?, ¿a que le
tengo miedo? ¿cuáles fueron las circunstancias en las que se origino ese
miedo?.
Este proceso debe cumplirse con tranquilidad y
suavidad sin agredirnos ni juzgarnos.
Una vez que se ha identificado la causa del miedo y sus desencadenantes es
preciso mirarlo a la cara y hacerlo concreto. En este momento se puede evocar
una oportunidad o una situación que nos dio miedo, nos paralizo e impidió
cualquier acción, hay que tratar de reproducirla con la mayor intensidad
posible hasta que nos sea posible analizar con detalle la situación, cuando se
genere la angustia que acompaño la situación la mejor solución es concentrarse
en la respiración y recuperar la calma.
Este proceso permite darnos cuenta que el miedo se
origina en nuestra cabeza y que se origino en percepciones que interpretamos como peligrosas y que en
realidad solo fueron secuencias y
conclusiones sin justificación y es así como podemos sanar nuestras heridas del
pasado y crear para nosotros realidades libres de inseguridades y bloqueos.
Pero no hay que olvidar como dijo Marie Curie: “No
debemos temerle a nada en la vida. Solo hay que comprenderlo.”
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