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MENOS  ESTRESADOS, MAS FELICES,  MENOS ANGUSTIADOS.

                                           Sin Estrés 203 Inteligencias Múltiples

La búsqueda de la felicidad es una frase importante en la declaración de Independencia de los Estados Unidos, un tema prevalente en la literatura de auto ayuda y desarrollo personal y un objetivo para la psicología positiva. En internet,  los artículos y presentaciones sobre reglas para conseguir la felicidad son como las estrellas del cielo y todos los consejeros, maestros y gurúes tienen su método predilecto para encontrar la felicidad.

Estamos seguro de que todo esto debe haber tenido una influencia y mucha gente las ha aprovechado; sin embargo la ansiedad, el estrés, la depresión y una variedad de trastornos parecen cada vez mas frecuentes y el mundo se mueve en un entorno de violencia y conflictividad que parecen no tener fin. Surge entonces la pregunta es  ¿cuál es la razón?

Algunos dicen que el ser humano tiene incorporados en sí elementos de maldad y violencia, que siempre se han manifestado en la conducta y lo seguirán haciendo para siempre. 

La lucha por la supervivencia y la selección natural estimulan la competencia y la necesidad de sobrevivir hace que los humanos se aparten de los principios de convivencia, tolerancia, solidaridad, compasión y se desnaturalicen los códigos de valores que la civilización y las religiones,  han tratado de establecer para que los humanos puedan vivir satisfechos en su medio ambiente dicen otros.

A pesar de todos los esfuerzos de psicólogos, educadores, filósofos parecería que en la cultura occidental todavía no entendemos bien como funcionan las fuerzas que mueven al ser humano.

Quienes compartimos la opinión de que con la evolución  el cerebro humano se desarrolló en tres niveles y el producto terminado es lo que se conoce como el “Cerebro Triuno” según las enseñanzas de Elaine de Beauport y Aura Sofía Diaz (Tres Caras de la Mente- 2006) creemos que el ser humano viene provisto de un set de múltiples inteligencias o capacidades que operan simultáneamente en el nivel más básico, en el nivel emocional y en el  nivel mas alto el neocortical que hacen del ser humano lo que es: el rey de la creación.

Aunque algunas de esas capacidades tienen un elemento genético que se hereda, la mayoría se van desarrollando con el devenir de la vida.  Se pueden moldear con la educación y son producto de la experiencia y de estímulos que operan incluso antes del nacimiento e influyen en el desarrollo cerebral y posteriormente en la conducta.

En todas las culturas, desde hacen milenios, lo que mas se apreció fueron las capacidades intelectuales, racionales y lógicas de la neocorteza cerebral y todos los esfuerzos se dirigieron a desarrollar la racionalidad y el resultado fue el “homo sapiens” el hombre sabio o el hombre que sabe, dueño del conocimiento y la información.

Las demás capacidades del cerebro humano, no se consideraron inteligentes y fueron objeto de diversas interpretaciones: la parte divina y la parte diabólica, el componente humano y el animal, lo consciente y lo inconsciente, el inconsciente personal y el colectivo y tantas que son imposibles de enumerar. Pero tal vez lo mas importante es que el énfasis en lo racional que se produjo en el cercano oriente y en occidente ha sido responsable del desarrollo de la cultura moderna.

Solo recientemente estamos comenzando a darnos  cuenta de que las capacidades “sapiens” con todo lo importantes que son, son solo una parte, que los humanos nos motivamos con nuestras emociones y lo mas importante es que ellas no son ni buenas ni malas, son normales y aceptarlas como tales permite entenderlas, manejarlas, domesticarlas y vivir mejor. Reprimir las emociones es posible pero los resultados no suelen ser buenos.

Tambien estamos aprendiendo que la vida se manifiesta con una energía muy poderosa, que para que sea provechosa y poder ser utilizada en todo su potencial, debe canalizarse o encausarse de alguna manera, por que la energía dispersa sin control como la de un río crecido puede arrasarlo todo. Los humanos han tratado de elaborar los parámetros por donde la energía vital puede circular con seguridad: valores, moral, ética, religiones y muchas más, pero al no tener claro el origen, las características y el comportamiento de esa energía los resultados no han sido los esperados y el estrés, la ansiedad, la depresión, la codicia, el egoísmo, el ansia de poder y la violencia son prevalentes.

Podemos concluir entonces que entender mejor al ser humano, abre las puertas para diseñar una educación que tome en cuenta esos factores orgánicos y las experiencias de quienes han sido exitosos en el arte de vivir, se enseñen adecuadamente y en contexto para que las nuevas generaciones no tengan que depender de Valium, Prozac y cocaína para vivir mejor y ser felices.

Estamos muy interesados en conocer sus opiniones y reflexiones, escribanos y le aseguramos una respuesta personalizada.

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